A todos nos ha pasado en algún momento sufrir miedo al fracaso.
El miedo al fracaso es una proyección de los resultados que aún no han ocurrido. Entonces algo que no sucedió y que incluso no tenemos la certeza de que vaya a suceder nos asusta y hasta nos paraliza. Generalmente éste miedo se desata por el recuerdo de experiencias que no queremos volver a vivir , y se amplia debido a la cantidad de tiempo que le dedicamos a estos pensamientos.
Cuando uno dedica mucho tiempo a pensar algo que puede suceder, lo agrandamos infinitas veces mas de lo que en realidad puede ser, genera una exageración de la realidad. Si nuestra atención está centrada en el error o fracaso y el «fracaso no se concreta» entonces sólo nos habremos generado malestar, pero si se concreta, todos los pensamientos se activan y las sensaciones internas terminan siendo más grandes de lo que podrían haber sido. Es una profecía autocumplida.
(Contestate estas preguntas que te pueden ayudar a evaluar cuan grande es el miedo en tu vida)
- ¿Hasta qué punto este miedo suma a mi vida?
- Y si realmente ocurre lo que tememos, ¿Cuán grave puede ser?
- ¿Estoy dispuesta/o a hacer todo lo necesario para que esto no ocurra?
- ¿Realmente prefiero dejar de hacer que equivocarme?
- ¿Creés que todo el mundo lo hace bien siempre?
- ¿Quien serías si este miedo no existiese en tu vida?
Les cuento una anécdota que ejemplifica lo que yo consideré un fracaso. Recuerdo que cuando recién empezaba a dedicarme al canto vivía obsesionada con la perfección vocal. Durante un show el cual me había preparado durante muchos meses se me corto la voz. En ese momento pensé que lo que había sucedido era gravísimo y pasé todo el intervalo llorando. Al terminar el show daba vergüenza volver a salir y saludar a la gente. Había cantado canciones dificilísimas toda la noche con estilo, interpretación y técnica. Mismo luego de hablar con varias personas, ni habían notado mi error. Sin embargo en vez de focalizar en todo lo bueno , sólo podía pensar en esa nota. Eso yo lo consideré un fracaso y tenía terror a que eso vuelva a suceder, al punto de pensar en no cantar esa canción nunca mas. Al tiempo viaje a Nueva York, ciudad de los musicales y viendo The Lion King en Broadway , la que interpretaba a Nala quiebra una nota importantisima en la canción Shadowland. Le paso lo mismo que a mí, se le quebró una nota, y estaba en Broadway!!!!
Ella siguió cantando como si nada hubiese pasado, a tal punto que dude si lo que le había pasado era un error o una elección.
Lo que me lleve de esa experiencia fue que primero como cantantes no podemos controlar todo. Que los errores humanos pueden pasar en cualquier lado, y a cualquier persona. Aprendí a ser menos dura conmigo misma porque de otra forma nunca mas podría enfrentarme a una escenario.
Deje de focalizar en los errores y empecé a poner la atención en las soluciones, y si eventualmente cometía un error lo dejaba pasar y aprendía de esa experiencia.
Algunos pueden pensar que fallar una nota es un obstáculo muy pequeño. Cada uno tiene sus propios miedos y falencias. No importa cual sea el miedo, siempre que uno lo sienta real y le afecte a su vida. No se mide por tamaño, ya que el miedo mas insignificante para alguien puede ser gigantesco para otro.
Los errores son parte de nuestra vida, y es lo que nos hace avanzar y ser mejores artistas, y personas. Hoy en día agradezco por ese error, porque me permitió aprender, a ser más humilde, a no creer que soy perfecta, y estoy lejos de serlo. Lo que hago hoy en día es darle la dimensión adecuada a las cosas que a uno le dan miedo. La clave esta en buscar soluciones y aprender de las experiencias buenas como malas.
Si no nos exponemos no nos equivocamos. De la misma maneras tampoco aprendemos.
En mi próximo blog les comparto un ejercicio para luchar contra los miedos!!! No te lo pierdas!!
Lo que no nos mata , nos hace más fuertes.
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